domingo, 23 de marzo de 2008

Muy bien, cerraré la maleta y meteré en la cartera los bultos pequeños. Espero no olvidarme del paraguas (por suerte, sigue lloviendo). Sí, quizá lleve un libro para el viaje, de un tiempo para acá se me hace aun más pesado. Cuando llegue será de noche, cogeré el metro y en un par de paradas ya estaré en casa. Entraré y la habitación estará a oscuras, con las persianas bajadas, todo tal cual lo dejé: la mesa algo desordenada, creo que algún jersey sobre la cama, la alfombra doblada y como siempre el póster de los Beatles se habrá caído al suelo. Seguramente no deshaga la maleta hasta mañana, aunque luego me arrepienta al ver la ropa con tantas arrugas… Un té para entrar en calor, algo de música tranquila que me acompañe, un vistazo por la terraza para ver si allí el cielo también sigue enfadado y justo entonces, cuando ya haya hecho el ejercicio de normalidad, cuando lleve todo el día evitando rescatar palabras, cuando haya aguantado las ganas de escuchar esa canción, cuando ya casi sea la hora de dormir y el sueño podría librarme de ello, entonces caeré en la trampa de volver a preguntarme por estos días tan extraños, por qué ahora sí y antes no, por qué tú… por qué vuelvo de nuevo a tener esa sensación de no saber qué hacer…

jueves, 13 de marzo de 2008

¿Bailas?

Me reí, pero es que me encantó la proposición. Hacía tiempo que no bailaba, o al menos, hacía mucho tiempo que no bailaba así, a media noche, con la música a medias por los auriculares, en plena calle, en esa esquina que tanto nos gusta porque se ve la fachada de hierba enfrente... La canción nos balancea de un lado a otro, suavemente. Un cosquilleo recorre mis brazos, sopla una brisa leve que se cuela entre nosotros y entonces aún te acercas un poco más, para abrazarme con fuerza, para librarme de escalofríos que no tengan que ver con las caricias. Viene la estrofa final, que termina lentamente, como nuestro baile. La última vuelta es tranquila, a cámara lenta, no hay prisa, un fade out pausado hasta que llega el silencio y entonces, sin esperarlo, la canción comienza de nuevo, una segunda oportunidad para coger el ritmo, para retrasar el 'buenas noches', para tener unos cuantos minutos más en la reserva de sueños...

jueves, 6 de marzo de 2008


Esperando a que la vida dé una vuelta del todo, para poder recorrer todo el círculo al menos una vez y así, en la segunda ronda, poder elegir los días de noche o de luz...