jueves, 17 de abril de 2008

Van a ser sólo unos minutos, pero los suficientes para conseguir entrar en ese estado en el que no sabes muy bien dónde estás (tampoco te importa demasiado) y los ruidos a tu alrededor se van convirtiendo en leves susurros, lejanos, que no llegas a distinguir. Algún coche en la calle, un par de golpes en la casa del vecino, las conversaciones de los viandantes que cruzan por delante de la puerta… En ese momento querrías conseguir no pensar en nada, dejar la mente en blanco, pulsar el botón imaginario de ‘on-off’ de tu cabeza, y sentir sólo el peso del cuerpo, olvidarte de lo que pudo pasar antes, lo que no pasó, lo que podrá pasar después… Y en medio de todo eso logras oír el silencio, porque es un silencio tan denso, y a la vez tan frágil, que casi lo puedes palpar, notas cómo te rodea… No te atreves ni a mover un dedo, ni a respirar un poco más fuerte de lo normal para que ese silencio no se vaya, para que se quede arropándote, aunque te haga cosquillas al rozarte el brazo. Y te das cuenta de que quedan poco más de cinco minutos para que comience a sonar el odioso bip bip, y al subir las persianas descubras que el cielo sigue algo tembloroso, sin decidir si debe echarse a llorar o pintarse de azul... Oyes el viento que sopla fuera, intentando llevarse el sigilo que se ha convertido en un dulce compañero de cama. Pero de momento él se resiste, duerme contigo… Ya se despertará más tarde, cuando se haya cansado de no hablar, cuando llamen al timbre y el paréntesis de sueño se cierre por hoy, cuando la habitación se llene de sílabas que le intimiden.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es biográfico? es un relato? es un guión de un corto? el comienzo de un largo?
Sea lo que sea están tan bien descritas las sensaciones que se transforman en emociones.
(ya sabes lo que quiero decir, es un: es justo lo que se siente ;)

Giraluna dijo...

Autobiográfico; uno de esos ratitos de sueño que quiesieras que nunca terminasen, cuando todo es mejor al no pensar en nada, o
cuando todo es mejor al cerrar los ojos y dejar vía libre a la imaginación, sin pagar peaje.

PS: Veo que llevas el mismo horario que yo... Buenas noches :)

Iraultza dijo...

Me ha gustado la breve descripción de un momento tan densamente acariciado...eos silencios, breves, discontinuos, azarosos, a veces escasos, parecen como un regalo cuando llegan, con esa capacidad inmensa de dejarte durante unos minutos en un estado de completa tranquilidad...me gustó, si. Besos debajo del brazo.

Giraluna dijo...

Vaya, muchas veces consigues decir en tus comentarios justo lo que yo quise decir en el post, y además lo haces mucho mejor :)

Sabes qué? Tengo resaca musical de anomalías incoherentes y rarezas varias. Maldito chico malo con cara de bueno...