domingo, 2 de diciembre de 2007

Un falso día de invierno en otoño III

…Sólo era eso. Una pregunta sin más. Una mirada inocente hacia su nombre. ¿Qué pasará si no lo haces? Te levantarás de tu asiento dentro de cinco minutos, saldrás al andén sin dejar de pensar en lo que dejas dentro del vagón: una oportunidad para cambiar de rumbo el día, para que hoy sea especial en algún sentido, aunque sólo sea por una pregunta, por un nombre, por ‘María’. No deberías confiar en el destino pensando que otro amanecer os juntará, ni puedes poner excusas a la resignación. Depende de ti. Quizá estás esperando demasiado para ser tú, o al menos para ser una copia aproximada de ti mismo.
Sin pensarlo te levantas. Te acercas despacio, sin dudar, fijándote en su cara. Te sientas enfrente de ella, que acaba de girar su cabeza al sentirte. Sus ojos son aún más grandes de lo que parecían y ahora puedes ver las pulseras de colores que envuelven su muñeca izquierda. Te intimida. Hace tiempo que no notabas el ritmo acelerado del corazón ni cómo tus mejillas iban subiendo de temperatura. No sabes por qué pero tu voz sale serena y sin tartamudeos.

“¿Te llamas María?”

Sonríe.

Mira hacia abajo de forma nerviosa, sólo un instante, y vuelve a tus ojos directamente.

“Sí”.

Ella no dice nada más. Con la misma sonrisa vuelve de nuevo al refugio de la ventana.
Ya está. Es lo único que querías saber…

11 comentarios:

Iraultza dijo...

Delicioso!!! Sólo quería saberlo, no importaba nada más.

Anónimo dijo...

Pues nada, que acabo de colgarte y ya te estoy escribiendo así que autoriza ya el comentario que te vuelvo a llamar, jeje.

Esta vez no te pongo ningún (cutre)microrelato como respuesta.
Sólo decirte que me ha pasado millones de veces que me gustaría saber el nombre de una chica, o un chico, y sólo eso, el nombre, porque te imaginas que se tiene que llamar Aranzazu, o Fede, o cualquier otro nombre que estás seguro de que es el suyo. Pero no, no lo hago porque, seguramente, pensarían algo raro de mí.

Ah, ser "una copia aproximada de uno mismo" sería un buen comienzo, verdad? Y a ti te pega mucho Andrea como nombre;)

Otro día te cuento lo que se me ha ocurrido, a veces, en caso de que me acercara a preguntarle el nombre a alguien. (¿Esto no tiene límite de caracteres?)***

Giraluna dijo...

Jaja, no, creo que no tiene límite. Así que vas a tener que contármelo un día de estos :)

Cuántas cosas he dejado yo de hacer para que no pensaran que era rara y creo que al final, por no hacerlas, piensan que soy más rara aun. Pero a mi me encantaría que alguien en un vagón de metro me preguntaran cómo me llamo...


Queda pendiente el café y tu regalo de cumpleaños :) No me olvido.

¡Un abrazo!

Giraluna dijo...

Iraultza: A veces el detalle de saber el nombre de alguien 'desconocido' puede ser mucho, ¿no crees?

Anónimo dijo...

No paro, de verdad que apago ya el ordenador (antes te inundaba el mail, ahora el blog).
Ya te cuento tomando ese café, que así tenemos otra excusa para vernos.
En mi caso más que pensar que soy raro, debe ser como: "¿qué está balbuceando el bajito ése?" Por eso doy tantos saltos cuando bailo, para soltarme... en fin.
Ayer lo hablaba con Lola, cada vez me parece mejor mostrarse como es uno, si a los otros nos les va, seguro que nos los vuelves a ver, y entonces para qué querías seguir viendo a esas personas? No sé si me estoy explicando o si este galimatias ha quedado como un anuncio publicitario.
Mejor te lo explico en persona, ciao.
MUCHAS GRACIAS por venir esta tarde. It´s nice que a uno le aprecien más que a la pereza de tenir que venir a Madrid.

Giraluna dijo...

Ay, Joel... Muchos se asustarán ante el color de pelo de Clementine, se alejarán de ella creyendo que es rara, que tanta energía concentrada no debe ser buena, y no descubrirán ese tesoro inquieto que encierra. Para verlo hay que saber mirar y escuchar de forma especial. Y tú sabes hacerlo.

Me gusta tu forma de bailar y no debo ser la única (pregúntale a Carlos ;)
It's nice que me 'bloquees' el blog. Gracias.

aRa dijo...

alguien un día en el metro después de coincidir en varios trayectos se acercó a mi y me invitó a tomar algo.nunca hubiese accedido pero ese día algo me decía que tenía que haceRlo.(tengo que añadir que eran las 7 de la tarde y estabamos en el centro de madrid que sino..no me hubiese atrevido).
Fué especial,como todas las citas posteriores..lo recordaré siempre.
en este caso,arriesgué y gané.sinceramente,valió la pena.
besos.

Iraultza dijo...

A veces simplemente ese detalle es suficiente (no sé porqué, pero en ocasiones, saber el nombre de esa desconocida/o, la hace "real", la tangibiliza, la convierte en más "deseable").

Giraluna dijo...

Ara, lo que cuentas parece el argumento de una película, una historia muy linda :) A mí me gustaría que me pasara algo parecido...
Besos para ti también.

Giraluna dijo...

Si piensas en una persona te vendrá a la mente su cara y su nombre. Es una forma de recordarla, de poder llamarla. Ya no es 'esa chica', es María. Y tú, tú eres Iraultza.

PARANOICO ILUSIONISTA dijo...

Ya es parte de tu vida, al menos de un instante de tu vida. Ya es María. No esperes que te pase algo como a ara, hazlo tú. Marca tu el ritmo, disfrutalo.